sábado, 30 de junio de 2012

CABOGANA, EL CERRO DE CUENCA

Investigación: José Luis Espinoza E.
Cuenca/2012

UBICACIÓN
Los Andes se formaron hace sesenta millones de años; hace diez mil años las montañas del  occidente de Cuenca estaban  cubiertas de hielo que al descongelarse  formó un  gran lago donde se levanta la Cuenca, las aguas  abrieron su paso por el Tahual dando origen al río Paute.
Cabogana o Cabugana en quichua, significa “asaltar(Encalada Vásquez 2002, 230), quizá débese su nombre a lo agreste y difícil acceso del lugar. El Gigante de más 3.700 metros de altura, forma parte del conjunto montañoso de El Cajas  y  mantiene bajas temperaturas que llegan a los 0 grados centígrados. Su extensa falda se prolonga en escalonadas colinas donde se asienta parte de Cuenca.
POBLACIÓN
Viejos y modernos poblados cargados de tradición y memoria cultural se asientan en sus faldas, ellos son: Buenos Aires, Las Caleras, Racar, Tejar, San Pedro del Cebollar, Sinincay, Sigchos, Mayancela. Tejerías y ladrilleras artesanales continúan aunque en menor grado que antes, abasteciendo de material y mano de obra para la construcción en la ciudad de Cuenca.
ARQUEOLOGÍA
Restos culturales pertenecientes a Cañaris e Incas se ha reportado en la cima del Cabogana  en donde se ha encontrado un conjunto de piedras, al parecer de tipo ritual (Reinoso Hermida 2006, 146-149).
Crónicas tempranas indican que durante  la guerra de sucesión en el incario, Atahualpa se replegó hacia Molleturo (Mullo-turo). Tanto Sayausí como Chiquintad pertenecían a Molleturo por lo que se presume que Atahualpa y sus tropas se retiraron por aquí cerca.
El Soberano fue tomado prisionero por las tropas de Huáscar en Pumapugo, una señora principal  llamada “Quella” (Luna), entregó al Inca una barrita de oro que le ayudó a escaparse; ya libre, sostuvo que su padre el Sol había querido que se transformase en culebra y que escapase para ganarle  la  batalla a  Huáscar.
De tiempos incas también hubo un camino hacia la costa, Pumapungo-Mulloturo-Isla Puná; posteriormente los españoles utilizaron la misma vía, con el nombre de Cuenca-Molleturo-Puerto de Bola (actual Balao).
Un ramal secundario partía desde el camino principal, cerca de Río Amarillo, y pasaba directo por “San Miguel de Putuchi” con dirección al Cabogana. En una visita realizada el año 2009 a 3.200 metros de altura, se pudo apreciar abundante material Tacalshapa e Inca; los bordes gruesos pertenecían a recipientes grandes. Esta referencia es un claro indicador de que hace más de quinientos años, el lugar ya estuvo ocupado por grupos culturales precolombinos, quizá por asuntos rituales o de explotación de leña. El angosto sendero que seguramente tenía un desvíos hacia las cascadas, continuaba hacia la cumbre del Monte.
ETNOHISTORIA
Gran parte de la vida colonial de Cuenca estuvo estrechamente ligada a las faldas del Cabogana debido a la riqueza de sus recursos naturales; el sector occidental  fue conocido en tiempos de la fundación de Cuenca como “Pitoxio” o Potosí seguramente por las minas plata allí existentes  y pertenecía a Molleturo; unas minas  de plata fueron explotadas ya en 1630, dicha estancia limitaba al este con Paucarbamba.
En 1586, Martín Fernández de Córdoba midió las tierras rurales de los alrededores de Cuenca que incluían a “Putusio”, Racar y Miraflores, entre otros sitios (Truhan; Guapizaca Vargas 2010, 151).
Para el siglo XVII la comunidad de los, Agustinos, Dominicos y Jesuitas, tenían tierras en “Putusiu”, (Truhan L. 2011, 20-22). Este sector, proveía a la ciudad  además  de productos agrícolas, de agua, carbón, leña, cal, tejas y ladrillos. En el actual sitio de Las Caleras, había minas de mármol.
La gran hacienda que durante la Colonia también fuera conocida como “Putucío” y “Putushío”, actualmente se ha restringido su nombre tan sólo al caserío de San Miguel o “San Miguel de Putuchi (Espinoza E.2009, 3E)
IMPORTANCIA AMBIENTAL
El Cabogana, forma parte de los cerros tutelares de la ciudad de Cuenca, a la que le proveen de oxigeno, agua y constituye parte del paisaje natural, cultural y estético de la Ciudad. Cuenta con una vegetación variada que va desde el pajonal hasta plantas  que se adaptan a los 2.500 metros.
A futuro, el lugar podría  convertirse en un potencial turístico y ambiental, puesto que goza de una vista excepcional de todo el valle donde se asienta la Ciudad. Lejos en el horizonte del lado oriental de Cuenca, puede observarse parte de la Geografía Sagrada precolombina, donde sobresalen en días despejados los santuarios Cañaris e incas de Cojitambo, Abuga cerca de Azogues,  el Pachamama, Guagualzhumi, Huanacauri, Turi, Cerro Verde, Fasayñan , Viripucara o Monjas y  el Barabón.
FLORA Y FAUNA
Pertenecen a formaciones vegetales el Bosque siempre verde montano alto” y el “Páramo herbáceo  entre los 2.700 y  sobre 3.250 metros de altura (Prefectura del Azuay et. al 2007, 30). Crecen el Sarar, Guahual, Jiguerón, Guayllo, Guavisay, quinua reticulata, etc. El  sector no está exento de especies introducidas como el pino y eucalipto. Respecto a la fauna existen todo tipo de animales y aves que  responden  a sus respectivos niveles ecológicos.
La forestación con pinos y eucaliptos ha destruido parte de la vegetación nativa, esta tendencia ha de revertirse a mediano y largo plazo, con planes que incentiven la siembra de especies propias del lugar.
RECURSOS  HÍDRICOS
Lagunas y quebradas proveen de agua al occidente de Cuenca debido a que todavía  mantienen el pajonal y la vegetación nativa, que originan importantes riachuelos que abastecen de agua para beber y para riego a numerosas poblaciones allí asentadas. Destacan el caudaloso  Culebrillas, río Amarillo o Capulí con sus cascadas, le siguen el Balzay, Sacay, Racar  (hoy seco) y finalmente los riachuelos  Milchichig y de La Compañía.
Durante el incario, bajaba desde este Cerro un canal de agua que seguramente se dirigía a la laguna de Wiracochabamba ubicada en donde hoy se levanta el complejo deportivo de Totoracocha. En el siglo XVI los españoles trasladaron unos cuantos dinteles incas desde Pumapungo para construir un molino hidráulico para granos en Cullca, los vestigios se encuentran hasta hoy abandonados en una escuela de las calles Muñoz Vernaza y Benigno Malo (Espinoza E. 2011, 4F-6F).
Desde el siglo XVII, conocemos que de las faldas del mismo Cerro nacía un riachuelo natural conocido en el siglo XIX como Ullahuango o Gallinazo que bajaba a Cuenca por la actual calle Mariscal Lamar, abastecía de agua a la creciente aldea y movía  a su paso numerosos molinos de grano, hidráulicos.
En la Colonia, otro gran canal de agua bajaba por la calle La Ronda hoy  calle Larga,  el mismo que  movía los molinos apostados a lo largo del Barranco; en 1764 se lo conocía como  Río de molino. Un desvío secundario llamado en 1880 acequia del Chanchaco”, se dirigía por la calle Presidente Córdova y cruzaba la avenida Huayna Cápac con dirección al este; en 1923, Max Uhle le cambió nombre al de Huataná.
PROBLEMA AMBIENTAL
La falta de planificación de los organismos competentes locales y nacionales ha hecho que la moderna ciudad  de Cuenca, crezca caóticamente en esos lugares, trayendo consigo graves problemas que  deberá enfrentar a futuro. No existen normas ni regulaciones para carreteras, urbanizaciones, de canalización, apertura o ensanchamiento de calles, áreas verdes, retiro de orillas de los ríos, etc.
URBANISMO.
La explosión demográfica y la urbanización,  poco a poco han rebasado el límite del valle plano con tendencia a poblar las montañas aledañas, como ya se puede apreciar en los alrededores de Cuenca, en donde las casas han remplazado a los  árboles y bosques nativos. La deforestación y quemas forestales  son una constante, los campesinos talan y queman los bosques  primarios para extender sus pastos y cultivos. Paulatinamente se observa el incremento de mediaguas improvisadas con techos de zinc que brillan en el Cerro, afectando de esta manera al derecho y obligación ciudadana de conservar la naturaleza, de respirar aire puro y a la no contaminación visual del paisaje.
CONTAMINACIÓN
El patrón precolombino de poblar las montañas es un hecho constante  que nadie ha podido evitar;  ni las “Reducciones” coloniales pudieron hacerlo, por lo que hoy más que nunca  tenemos que regularlo. Los riachuelos que bajan del Cerro al entrar a la Ciudad y presentan un alto grado de contaminación, definitivamente las “aguas negras” reemplazan a  las cristalinas  de antaño.
VIALIDAD Y RIESGOS.
La Municipalidad  tiene previsto la construcción de la nueva “Circunvalación” en el tramo Chiquintad-Sayausí, un indudable impacto se prevé que habrá en el área puesto que existe la  tendencia  de que la ciudad invada al Cerro, de no tomarse drásticas medidas para evitarlo. Dado que el Cabogana es de vital importancia estratégica para la Urbe, los organismos responsables deben declararlo urgentemente como cerro protegido, igual que al resto de los cerros .
BIBLIOGRAFÍA:
Encalada Vásquez, Oswaldo. 2002. Diccionario de Toponimias Ecuatorianas, Tomo I. Cuenca: Centro Interamericano de Artes Populares, CIDAP-Universidad del Azuay, UDA.
Espinoza E., José Luis. 2009. Cuenca en su aniversario, datos inéditos de fundación. El Mercurio, Abril 12 del 2009, Sección Temas: 2 E y 3E, Cuenca.
Espinoza E. José Luis. 2011. El molino de Cullca y los dinteles incas. El Mercurio,  Noviembre 3 del 2011, Sección  Cuenca Hermosa: 4F, 5F, 6F, Cuenca.
Prefectura del Azuay, Universidad del Azuay, IERSE. 2007. Atlas de la Provincia del Azuay. Cuenca: Prefectura del Azuay, Universidad del Azuay, IERSE.
Reinoso Hermida, Gustavo. 2006. Cañaris e Incas, Historia y Cultura, Tomo I. Cuenca: Gobierno Provincial del Azuay.
Truhan L., Devorah y Luz María Guapizaca Vargas, Libros de Cabildos de la Ciudad de Cuenca 1606-1614, 2010, Cuenca, Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”, Núcleo del Azuay.
Truhan L., Devorah. 2011. Apuntes para la Historia de Cuenca 1557-1730. Cuenca: Museo Pumapungo, Ministerio de Cultura.