Por: José Luís Espinoza E. /2009
Pocas ciudades cuentan con grabados de importancia como el de Cuenca, sobre el cual analizaremos algunos aspectos. El cuadro, se relaciona con el hecho lamentable acaecido en Cuenca el 29 agosto de 1739; cuando el cirujano Jean Senierges de la Misión Geodésica Francesa, muriera en manos de algunos “morlacos” embravecidos en la plaza de toros del barrio San Sebastián. Pero más allá de las causas del hecho mismo de aquel entonces ya conocido; haremos alguna reflexión sobre algunos aspectos, poco o nada referidos todavía.
SOBRE EL SUCESO
1.- La visita de los académicos franceses implicaba para Cuenca, un contacto con la Ilustración , esto es; con la “civilización” de aquel entonces.
2.- El suceso en la plaza de toros de San Sebastián fue considerado por la comunidad internacional, como una reacción o resistencia de los “morlacos” a los cambios de la modernidad de esa época.
3.- No era extraño en aquel entonces, que en una villa de agricultores y comerciantes remontada entre Los Andes, reaccionara de esa manera. Los científicos franceses eran lo máximo del conocimiento de esos tiempos y venían de París, una gran ciudad considerada cuna de la “cultura” que irradiaba al resto del mundo. Para los extranjeros debió ser fuerte el impacto; aún hoy pese a sus esfuerzos, a Cuenca y su región le falta mucho para estar al nivel de otras ciudades similares del mundo moderno y desarrollado.
EL GRABADO
El grabado en blanco y negro tiene un título, que traducido al español dice: Vista de una Plaza Preparada para una Corrida de Toros, en la Villa de Cuenca del Perú. Publicado en: “Relation Abregué Du Voyage Fait Dans L’ Interior De L’Amérique Meridionale, 1778”.
Fue hecho en Europa seguramente en Paris, existe un registro en la parte baja derecha del cuadro, donde se puede ver las iniciales del autor: J. B. P. y a continuación se lee, Tardieu Sculprit.
La ciudad, tiene una arquitectura de apariencia afrancesada de esa época y no a la de una ciudad española andina de aquel entonces, compare el grabado y la acuarela. El autor, seguramente era un conocido cercano de alguno de los miembros de de la Academia Francesa. El grabado fue hecho idealizada mente; no obstante, con una serie de precisiones de Cuenca lo que implica que el autor del grabado, lo hiciera gracias a un minucioso relato de alguien que estuvo en Cuenca durante el acontecimiento y que bien pudo ser el mismo señor De La Condamine.
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En la parte baja, lado izquierdo del cuadro, se señalan nombres de algunas autoridades y personajes importantes del Corregimiento de Cuenca; al lado derecho se indican algunos lugares de la ciudad en correcta ubicación.
Resalta en el grabado el vestido de los cuencanos de aquel entonces: sombrero de tres puntas, camisa con mangas brocadas, pantalones cortos hasta las rodillas, chaquetas ¾ con abertura y botoneras en la parte posterior y botines. Nótese la espada que portaban al cinto. Usaban largas cabelleras.
Los curas, que se encuentran en primer plano llevan bajas sotanas y una capa[1] larga sobre sus hombros, sombreros de fieltro copa corta, igual a como lo usaban en la Cuenca hasta finales del siglo XX.
EL JUEGO DE LAS CAÑAS
En el alboroto se puede apreciar el uso de palos que bien pudiera tratarse de lanzas[2] o de Las cañas, juego con el que se iba a participar durante la corrida de toros.
Las cañas, era un juego hípico medieval de la aristocracia en Europa, en el cual un escuadrón de jinetes atacaba a otro. Gil Ramírez Dávalos cuando Corregidor de Cuzco en 1554, ya jugaba a Las Cañas y es seguro que fue quien trajera la costumbre a Cuenca.
Entre los edificios que se reconocen están, la iglesia de la Compañía de Jesús, donde fue enterrado el infortunado Senierges; se observa el templo con sus cúpulas, las mismas que seguramente inspiraron al hermano alemán Juan Stihele, que si conoció la iglesia de la Compañía, para diseñar las cúpulas de la Catedral Nueva. La iglesia se encontraba donde hoy está la nueva Catedral, hacia la calle Padre Aguirre. Este templo colapsó a finales del siglo XIX, un fuerte temblor dañó sus estructuras. Todavía hoy se encuentra un segmento arqueado de la Compañía sobrepuesto y sellando el paso de lo que fuera la calle colonial de Santa Ana[3], junto a la Catedral. En la acuarela, de Núñez 1729; observe los canales coloniales de agua en las calles, que se mantuvieron en Cuenca desde el asiento español hasta 1930 aproximadamente.
Hace unos quince años, cuando adecuaban el moderno restaurante Raymipamba, sacaron del lugar más de dos volquetas de sillares semi tallados de filiación inca, remanentes que fueron llevados a Pumapungo de donde seguramente fueron traídos. Otros sillares, todavía se encuentran en los cimientos del restaurante, en paredes y pretiles de los patios del antiguo Seminario Mayor.
Bibliografía:
- Chacón Zhapan, Juan.1982. Quinto Libro de Cabildos 1579-1587. Cuenca: Archivo Municipal y Serox del Ecuador.
- León, Luis A.. 1993. Compilación de Crónicas Relatos y Descripciones de Cuenca y su Provincia,Tercera Parte. Cuenca: Banco Central del Ecuador.
- Descalzi, Ricardo.1880. La vida social y las diversiones públicas en la colonia. En Historia del Ecuador T4.37- 52. Barcelona: Salvat Editores.
Láminas:
- Corrida de Toros en la Plaza San Sebastián. 1778. Banco Central, Quito.
- Juego de Las Cañas en Bruselas. s/f. Historia del Ecuador. T 4.
- Acuarela del Centro de Cuenca.1729.Manuel Núñez de la Cruz. ANHQ.
[1] La capa, fue y es utilizada en Extremadura-España. Es una tradición que se remonta a los Celtas, lo adoptaron los Romanos en esa región. Perduró hasta el siglo XVIII en Cuenca del Ecuador.
[2] Enrique Festa, biólogo italiano de paso por Cuenca durante las luchas de Alfaro (1896), relata de como una multitud de “cholas”,del partido Conservador, armadas de lanzas y echando “alaridos” pedían su arresto. Imaginaban que Festa, era un proveedor de armas de Alfaro, lo que no era verdad (León; 1983:132).
[3] El Cabildo en 1580 puso en venta o remate, esta calle (Chacón Zhapan 1982,103).Callejones como éste, dividían algunos solares alrededor de la Plaza Mayor, como la entrada al teatro Sucre. Otros los hay en otras cuadras como en la cuadra de La Catedral Vieja, otro callejón era la entrada de la B. Malo hacia el Municipio, otro se encuentra entre el teatro Casa de la Cultura y el Palacio de Justicia y también en la plazoleta de San Francisco.