LA REAL HISTORIA.
Por: José Luis Espinoza E. /2013.
ANTECEDENTES
Cuenca cuenta con valiosa información histórica que ha sido complementada con otros estudios de tipo arqueológico y etnohistórico en los últimos años. Cabe indicarse que el 12 de Abril[1] de 1557, no todas las Instrucciones del Virrey de Lima fueron ejecutadas, sino que éstas se realizaron progresivamente[2]. Algunos temas de importancia no han sido analizados todavía, por lo que lo hacemos hoy en homenaje a los cuencanos.
¿QUIÉNES POBLARON ESTE VALLE ANTES DE LA FUNDACIÓN DE CUENCA?.
Encuentros fortuitos de tumbas precolombinas individuales, escasas y dispersas en este valle y en sus colinas a 3. 200 msnm, prueban que esta área estaba ocupada por grupos humanos de la cultura Tacalshapa. La llanura desde Baños hasta el río de Machángara, se llamó Guapondelig.
Por 1470, Túpac Yupanqui levantó el importante centro de Pumapungo, sobre un santuario de la cultura Tacalshapa. En 1557, Gil Ramírez Dávalos fundó la ciudad de Cuenca en el asiento de Paucarbamba, de la provincia de Tomebamba (Cabildos de Cuenca. Libro Primero, 1557-1563); Espinoza Espinoza, 2011).
El escaso poblamiento de este valle pudo deberse a una baja densidad demográfica, al patrón cultural local de habitar las montañas y al aislamiento por efecto de los correntosos ríos.
¿POR QUÉ SE FUNDÓ LA CIUDAD DE CUENCA?
En la Provisión emitida por el Virrey Andrés Hurtado de Mendoza, se puede entrever algunas razones: continuar con la aplicación del plan programado por la Real Corona Española[3] en el campo administrativo, económico, político, religioso, jurídico y urbano.
El área, alcanzó notoriedad por los ricos yacimientos de oro. Se precisaba utilizar la escasa mano de obra existente. El sector, contaba con abundantes recursos naturales por explotar. Crear un centro de coyuntura entre Quito y Tumbes. Impartir cristiana formación y una presunta “protección a los nativos, ley natural y buena orden… costumbres y policía”. Cuenca, fue de las últimas ciudades a ser fundadas por los españoles.
¿CÓMO CAMBIARON DE DUEÑO, LAS TIERRAS DEL INCA?
Las tierras que pertenecieron al Imperio Inca luego de la conflagración, quedaron allí como estaban, con sus respectivos adjudicatarios. Pero también había extensas tierras baldías planas[4], que al no estar pobladas fueron ocupadas y donadas por el cabildo cuencano. Por tradición, los nativos dispersos ocupaban lugares empinados hasta los 3.200 msnm., como se observa en Río Amarillo, San Miguel de Putushío (Potosí); “Guandoloma” y “Verdeloma” atrás de Turi y en Shinglla, Checa.
Una de las instrucciones del Virrey de Lima señalaba: “…Ytem, por cuanto en la dicha provincia[5] hay algunos indios poblados, dejárseles como ha, así mismo, que se den ningunas tierras, bastantes para en que hagan sus cementeras, las cuales harán que se recojan a una parte y sitio señalado donde hagan su habitación, y de manera que no estén divididos…” (Cabildos de Cuenca. Libro Primero, 1557-1563). Este párrafo señala que en las afueras de Cuenca se deje a los indígenas así como están con sus tierras o que se los den las necesarias y es debido a esto quizá, que no se detectan conflictos con los indígenas, durante la donación de tierras. También se toca temprano el tema Reducciones cuando dice que “se recojan...”.
El 11 de Junio de 1559, una extensa área hacia el este de Cuenca, paralelo a la “plaza vieja” inca, también fue poblada con “caciques Hurinsayas” (Cabildos de Cuenca. Libro Primero 1557-1563,187) al parecer ya estaban reducidos, conforme a las instrucciones del Virrey. Esta zona correspondería al único Ushno de acuerdo a las investigaciones de Max Uhle, en 1923 y al Guataná, o lo que se llamó luego “plazeta de los caciques”.
El 18 de agosto de 1561, en el mismo lugar, paradójicamente los españoles otorgaron más tierras a los caciques. Para esta fecha se precisa claramente, el área de ocupación localizada entre la actual avenida Huayna Cápac, la quebrada o arroyo del Chanchaco y el río Tomebamba. (Cabildos de Cuenca. Libro Primero, 1557-1563, 318).
Tales concesiones al parecer deliberadas y de prestancia con la nobleza, debió constituir un privilegio para estos primeros pobladores; a quienes además debió embargarles de nostalgia al recordar los tiempos del Inga y las fastuosas celebraciones que allí se realizaban.
La cercanía de la nobleza nativa, respondería al requerimiento español de control y manipulación de los caciques, que como autoridades intermediarias recaudaban los codiciados tributos.
¿FUE PUMAPUNGO, TAMBO REAL?.
El Acta de Fundación indica como lindante del asiento Paucarbamba a los “tambos Reales”, en clara alusión a los “paredones” de Pumapungo, cuyo nombre al parecer fue ignorado u olvidado. Cuando los españoles refieren a algo real, es porque tiene una connotación de pertenencia a la Real Corona, por lo que hemos de colegir que una parte de Pumapungo a esa fecha, aún servía de albergue para viajeros.
En 1557, una enorme área de ocho cuadras (80.000 metros cuadrados) de los “corrales”[6] en Pumapungo, fueron asignados para matadero de la carnicería de la ciudad (Cabildos de Cuenca. Libro Primero, 1557-1563).
¿QUIÉNES POBLARON LA NUEVA CIUDAD DE CUENCA?
Los españoles trazaron la ciudad y señalaron solares públicos y privados para sí, alrededor de la Plaza Mayor, concentrando allí todos los poderes.
Para tener un solar en la traza urbana o fuera de ella, el ciudadano tenía que ser un “vecino”[7] lo cual se obtenía mediante una petición que era aprobada por el cabildo. El estatus de vecino le daba derecho además de contar con indígenas para su servicio a través de la Mita. El término “vecino” indica que era español, mientras que el nativo era identificado como “natural”.
Además en las instrucciones del Virrey constaba: “Ytem, en una parte algo apartada de la dicha ciudad se señalará un sitio con que no exceda de una hanegada de sembradura de indios o algo más, para donde se señalen huertas para los dichos vecinos y para donde siembren…para sus ganados y bestias…”.
Seguido se indica: “Así mismo se ha de procurar de buscar caleras en la comarca de la dicha ciudad, para donde se haga cal para los edificios della…” (Cabildos de Cuenca. Libro Primero, 1557-1563).
Esta disposición sería ejecutada el 3 de Mayo de 1557, cuando Juan Muñoz Galán vecino de Lima y Vicario de esta Ciudad, colocaba la primera piedra para la construcción[8] de la “iglesia” de San Blas (Espinoza E, 2011) que ya fue terminada y el sector poblado para 1607, con “Yndios yanaconas y forasteros” reducidos.
Las caleras, al parecer estaban ubicadas en unas antiguas minas marmóreas del Tejar en la vía a Sayausí, sector que conserva hasta hoy el nombre de Caleras.
El 21 de enero de 1578 se hizo y fundó una ermita con plaza llamada de “San Sebastián y San Fabián”, junto a una cruz[9] y humilladero ya existentes, poblada con la afluencia de inmigrantes indígenas.
El 30 de octubre de 1584, el Cabildo proyectaba construir el Hospital, frente a la ermita de Todos Santos; lo que implica que a esa fecha ya estaba allí el templete. Ubicado en la zona periférica de la traza y en una vía secundaria, no tuvo plaza y tampoco mayor crecimiento.
¿CÓMO ERA EL CENTRO DE CUENCA?
Si Paucarbamba era un asiento, es de suponerse que tuviera al menos un incipiente acceso y un centro poblado con algunas chozas de adobe y paja, que obviamente no dejaron huella por lo frágil del material.
La calle de Santa Ana de dos metros de ancho, seguramente partía desde el “camino viejo” (actual Av. Huayna Cápac), hasta el centro del Asiento. Una vez abierta la calle (hoy Bolívar) en la nueva traza, dicho sendero quedó en desuso y en 1580 fue rematado[10] por el Cabildo.
Pese al paso de los siglos, todavía queda como huella indeleble un segmento entre la Catedral Nueva y el antiguo Seminario de San Luis, junto al Parque Central. Nada se ha hecho todavía para que esta reliquia sea expuesta al público.
La fundación de la urbe constituyó un poderoso centro de atracción para los inmigrantes “forasteros”.
La Plaza Mayor[11] con los edificios públicos y privados alrededor y los dos centros parroquiales de San Blas y San Sebastián, experimentaron un gran crecimiento y pronto se unificaron las tres plazas integrando un solo cuerpo de este a oeste.
El 6 de junio de 1580, regidores del ayuntamiento se percataron de que había “Yndios” poblando entre las casas de españoles[12]. Ante esta situación, el Cabildo tomó la decisión discriminatoria de que los indígenas salieran de entre los españoles y que se les pagase por sus tierras o se los diera otra cantidad, igual a la que dejaren. No sabemos si tal medida llegó a ejecutarse, finalmente hoy todo se encuentra mezclado.
CONCLUSIÓN:
Con la fundación oficial de Cuenca, la región Cañari quedaba bajo el control absoluto de la Corona Española, la cual creó de inmediato instancias, instituciones y autoridades de empoderamiento local. El poblamiento indígena de Cuenca y el evidente mestizaje, no era más que una lógica respuesta al cómodo requerimiento de los españoles de contar con mano de obra a través del servicio doméstico, de la presencia de artesanos y del emplazamiento de comerciantes. Además, la escasa mano de obra local y la presión del cobro de tributos al norte y centro del país; obligó a que se desplazara gente para asentarse en los alrededores de esta ciudad y provincia.
BIBLIOGRFIA:
Cabildos de Cuenca, Libro Primero de Cabildos de la Ciudad de Cuenca, 1557-1563.Trancripción paleográfica, Jorge Garcés G. Quito: Talleres Tipográficos Municipales, 1938.
Espinoza E, José Luis. Iglesia de San Blas está muy ligada a la fundación. El Mercurio, Abril 12 del 2011, Sección 3D Especial, Cuenca
Espinoza Espinoza, José Luis. 2011. Tomebamba la Provincia Inca: Replanteamiento Histórico. En: Revista Coloquio, año 13, Número 50, 2-9. Cuenca: Universidad del Azuay.
Poloni - Simard, Jacques. 2006. EL MOSAICO INDÍGENA. Quito: Editorial Abya Yala-Instituto Francés de Estudios Andinos.
[1] Esta fecha, fue un acto formal y protocolar de fundación de una ciudad española.
[2] Así sucedió con la Iglesia Mayor, el Hospital, la Cárcel y el Ayuntamiento; algunos de éstos, incluso fueron cambiados de lugar.
[3] El arribo de los españoles, de los incas y mucho antes, el invento de la agricultura; fueron los únicos procesos revolucionarios que atravesaron las sociedades andinas en el Euador.
[4] Tenemos claros ejemplos en el valle de Cuenca, como la terraza de Paucarbamba donde se fundó Cuenca, excepto Pumapungo; los dos Ejidos, al sur de la ciudad y Totoracocha; Monay, playas que fueron asignadas para potreros de la Ciudad. La llanura de Tarqui, es un ejemplo actual en proceso de poblamiento.
[5] Las Instrucciones del Virrey hacen clara diferencia, entre provincia y ciudad.
[6] Los corrales fueron hechos en Pumapungo, para aprovechar los sillares desmoronados de los palacios incas, ya en ruinas. Posteriormente los bloques de piedra fueron llevados al centro de Cuenca, quedando en Pumapungo, sólo cimientos. A comienzos del siglo XX, con esos sillares y otros se construyeron muros en las viviendas esquineras, para protegerlas de los vehículos motorizados que circulaban en doble sentido.
[7] Todavía el término “vecino” es utilizado en Cuenca como saludo diario y para indicar que una persona vive cercana de otra.
[8] Los sillares del templo inca de Wiracocha ubicado a dos cuadras y la salida de la ciudad, seguramente facilitaron la construcción de San Blas en el lugar.
[9] El Concilio de obispos de Lima en 1551 y el de Quito en 1570; disponían poner cruces o templos en la junta de caminos, lo que explicaría el origen de San Blas, San Sebastián y Todos Santos, ubicados justo a las salidas principales de la naciente ciudad española.
[10] Los remates eran anunciados en pregones por el “Yndio Pedro Ysnan”, quien apostado en la plaza y previo el toque de trompetas, comunicaba en alta voz las decisiones del Ayuntamiento.
[11] La plaza, servía de mercado a donde llegaba todo tipo de abastecimientos y se realizaban algunas celebraciones religiosas y cívicas.
[12] A la inversa, una provisión del Virrey prohibía a los españoles a vivir entre los indígenas, ver acta de cabildos del 13 de noviembre de 1602.
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